Esta vez ha tocado una película que no me ha terminado de gustar, a pesar de (o quizás por) las expectativas:

Enemigos Públicos se basa en dos cosas principalmente: los personajes (históricos) y lo audiovisual. Respecto a lo primero, me imagino que los retrata fielmente, porque no conozco la historia del delincuente John Dillinger, pero no terminan de convencer las actuaciones de los dos protagonistas: Johnny Depp y Christian Bale.
Lo de Bale era más o menos de esperar, porque sólo le he visto un registro facial hasta ahora (y de voz: en ésta se le escapa durante al menos una secuencia la que pone en Batman), pero del primero me ha extrañado más. Es verdad que hace mejor papel, y que la recreación de John Dillinger no se puede tachar de malísima, pero tampoco termina de convencer: sigo viendo algo del capitán Jack Sparrow a pesar del cambio de vestimenta y peinado (bueno, en ésta se peina).
Respecto al argumento no es que haya mucho: se escapa, lo persiguen, y al final… Bueno, pues eso 🙂 No tiene mucho más. Los personajes secundarios (la novia de Dillinger principalmente) tratan de darle cuerpo a la historia, algo de sustancia, pero ellos no resultan suficientes, seguramente debido al guión, para retratar ni la forma de pensar de esa gente ni sus motivaciones… En resumen: se queda corta la película.
También es verdad que hay ya un puñado de películas sobre forajidos soberbias en los aspectos en los que ésta no llega a cuajar, y que son muy difíciles de superar (como El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford, donde Brad Pitt da verdadero miedo sin decir prácticamente una palabra). Lo malo de Enemigos Públicos es que parece que quisieran hacer algo profundo, pero luego se pierden entre metralletas…
En fin. La recreación visual y la banda sonora están muy bien. Memorable la canción Ten Million Slaves, de Otis Taylor:





