Si quieres poner un negocio en cualquier sitio del mundo, lo lógico es buscar algo que no exista en un lugar determinado ni en una amplia zona alrededor; algo novedoso, y si es posible, que cree una nueva necesidad en los clientes. Cuanto menos tendrás un target más o menos seguro: los vecinos de la zona.
En Málaga nadie hace eso. Si quieres poner un negocio en Málaga, busca un lugar donde ya hayan puesto lo mismo y compra el local de al lado (si puede ser pared con pared, mejor). Si han puesto más de uno en la misma calle, y todavía queda calle, ¡ése es el sitio! Si han puesto varios en el mismo barrio, y todavía queda barrio, ¡no lo dudes! De esa manera todos los malagueños irán juntos al mismo sitio para comprar eso que vendes.
Lástima que no todos irán al mismo local, y que quizás al que no vayan sea al tuyo. Lástima también de lo mal que te vas a llevar al principio con los que ya habían puesto el negocio antes, por aquello de que estás intentando robarle su clientela.
Pero hay recompensas: cuando todo vaya bien, todos los dueños irán ganando sus dinerillos más o menos al unísono y terminarán haciéndose amiguetes, y cuando la crisis les pegue, todos cerrarán juntitos y se irán del brazo, fratenalmente unidos en la desgracia.
En Málaga hay calles e incluso manzanas que no tienen ningún negocio, y otras que tienen mil bares, o tiendas de ropa, o, ahora que está de moda, de abolorios.
Quien quiera hacer una tesis…





