Veo en PC World una historia visual a través de los 25 años que celebra ahora MS Word. Está muy curiosa, aunque aparte del WordPerfect se les olvida mencionar el que nos chiflaba por la época de MS-DOS (y que ya era WYSIWYG), el genial ChiWriter. Hace un tiempo, en una de mis periódicas picadas de tecno-nostalgia, lo recuperé sobre una máquina virtual con VirtualBOX y casi se me saltan los lagrimones 🙂
Quitando eso, viendo la evolución del programa que hoy en día se ha establecido como monopolio de facto y que incluso se está comiendo un buen trozo del pastel en dominios que eran tradicionales de sistemas mejores hechos, como Latex, es asombroso que tras tantos cambios y supuestas mejoras en el susodicho aún continúe siendo incapaz de no modificar el aspecto de la página impredeciblemente cuando cargas el documento en un ordenador diferente. Algunas veces incluso en el mismo. Por no hablar del tamaño de los ficheros resultantes, y tantas otras cosas.
En fins, si alguien piensa que la calidad del software es lo que prima en la evolución de éste, es que se ha perdido los últimos veinte años de la historia de la informática doméstica ;P
Yo comencé, como digo, con el ChiWriter. Luego, en Windows, pasé a Amipro-Wordpro, que llegó a competir muy seriamente con MS Word aunque nadie se acuerde ya de él, y con el que aguanté hasta que poco a poco el Word se fue comiendo el terreno de todos los demás y me obligaba a sobreutilizar las capacidades de exportación/importación del mío. En medio me di un garbeo por Latex durante la tesis, que me encantó, aunque reconozco que no mucha gente estará dispuesta a programar un texto en lugar de escribir un texto (digo yo), incluso aunque los resultados sean de una calidad excelente (y el manejo de ecuaciones es inigualable). Tras mi paso definitivo a sistemas UNIX di el salto también a OpenOffice, que por ahora no cambio por nada; no es tan profesional como Latex, ni su manejo tan “suave” como Wordpro, ni seguramente tenga tantas funciones inútiles como Word, pero el editor de ecuaciones textual engancha 🙂
Y además por defecto empotra todas los fuentes en la opción integrada de generar PDF, lo cual no está pagao cuando envías algún paper a un congreso del IEEE.





