Por qué creo que #NoLesVotes no tendrá el éxito que pretende

Está claro que algo está cambiando, si no en la realidad física de este país (y quizás de algunos otros), sí en el imaginario colectivo: eso que, en el fondo, es lo que lleva a las sociedades complejas de un sitio a otro.

En nuestro caso es evidente el desencanto, cuando no la impotencia, que sentimos ante nuestro sistema de gobierno y las leyes que lo rigen, pensadas para crear y mantener en el poder a una casta de, en su mayoría, perfectos ineptos, que no hacen más que turnarse para seguir ahí indefinidamente, sin demasiados beneficios para el país que supuestamente gobiernan (pero sí para los allegados o los que tienen más dinero/poder que ellos).

En nuestro sistema electoral, tal y como se explica razonablemente bien aquí, los ciudadanos sólo podemos votar a un partido (no a personas concretas), o bien decidir no votar (lo cual no se contabiliza en absoluto), votar nulo (sólo se contabiliza para que cuadre el número de votos pero no para totalizar finalmente éstos), o votar en blanco (se contabiliza hasta el nivel más alto, pero luego no afecta a los escaños).

Como bien argumentan en ese blog, no votar no va a cambiar nunca el panorama que sufrimos; votar nulo es equivalente; votar en blanco, de hecho, favorece a los partidos grandes puesto que reduce el número total de votos a asignar, lo que facilita que se “caigan” de la asignación de escaños aquellos partidos que tengan menos.

En los últimos años se han propuesto varias alternativas para intentar cambiar esto, por supuesto por parte de los ciudadanos (los de arriba están muy cómodos donde están). Una de ellas es la de Ciudadanos en Blanco, un partido al que se le puede votar, que contabilizará completamente esos votos, y que no los usará -dejarán sus escaños sin ocupar- a menos que sirva para proponer leyes que cambien el sistema electoral.

La otra ha sabido jugar mejor con la difusión en redes sociales, blogs, etc. Es la iniciativa #NoLesVotes, que propone que se vote pero no a ninguno de los partidos grandes. Originalmente surgió por el inmenso cabreo con esos partidos, que votaron la Ley Sinde, pero se ha generalizado como mecanismo de cambio del sistema electoral. Su teoría es que esos votos se les quitan directamente a los partidos grandes, con lo que se les obliga a pactar con otros y a pensarse mejor sus estrategias político-monopolísticas.

Yo aún no sé qué votaré, aunque estoy entre estas dos alternativas. El caso es que se habla mucho de esta última sin decir un par de inconvenientes que hay que dejar también claros:

  1. Fragmentar el panorama político puede que le reste poder a los grandes, pero no garantiza políticas coherentes; ni siquiera aquéllas que queremos para cambiar el sistema. Es más: es probable que, si eso llegara a pasar, los grandes se las arreglaran para modificar el sistema todavía a peor, puesto que la cosa tendría efectos graduales y les daría tiempo.
  2. No sé cuánta gente secundará el #NoLesVotes, pero soy pesimista (o realista): hay que descontar a todos los que no saben qué es (no subestiméis el número de personas en este país que no le hacen ni caso a Internet), y también a los que “son de” (los fans-boys no van a hacerlo, tenedlo claro, y los suelos electorales de los dos partidos grandes son muuuy grandes, como me quejaba por aquí). El asunto es: los que voten (votemos) de esta forma se distribuirán sin concentrarse en ningún partido en concreto, disolviendo su efecto. Es muy probable que veamos toda una encomiable iniciativa -por lo importante de la idea- quedarse en nada en la práctica…

Lejos de mi intención apagar los ánimos, pero no es mi estilo ser fantasioso con las cosas importantes, o vivir en mundos imaginarios cuando no estoy escribiendo historias. Quizás me equivoque y haya una avalancha de votos que, por casualidad (porque la iniciativa #NoLesVotes no indica a qué partido votar), se concentren en uno o como mucho dos partidos, y eso suponga una diferencia. Pero permitidme dudarlo: creo que la única solución a estos males que nos aquejan es que nazca un nuevo partido que resuma estos mismos intereses y haya mucha gente dispuesta a votarlo.

Lo peor es que los grandes partidos saben eso perfectamente. De hecho, ya llevarán tiempo pensando en posibles alianzas con otros más pequeños con el sano objetivo de perpetuarse…

Facebooktwitterredditlinkedintumblrmail

1 thought on “Por qué creo que #NoLesVotes no tendrá el éxito que pretende

  1. Pingback: Por qué creo que #NoLesVotes no tendrá el éxito que pretende

Comments are closed.