Resulta desconcertante ver como países del otro lado de un charco tan chico como el Mediterráneo se desgarran en busca de la democracia mientras por aquí (y otros lares) estamos en plena decadencia de tal ideal… Si te encontraras con alguno de los que salen a la calle a desafiar el poder de dictadores, ¿qué le dirías? ¿Cómo puedes animarle? ¿Puedes entender del todo su ilusión por un cambio hacia algo que con el tiempo parece llevar siempre a esto que tenemos nosotros? ¿Te limitarías a darle ánimos porque obviamente esto es mejor que aquello de lo que quieren salir…?
Esto ya causa desazón. Pero lo causa más plantearse otra pregunta, sobre todo a los que estamos tan atocinados con nuestro sistema que no encontramos las ganas, no ya de protestar y mejorarlo, sino de levantarnos a cambiar de canal en la tele (confiando en que no se le gasten las pilas al mando para no tener que movernos del sofá): ¿les envidiamos?





