En la vida de todo artista suele haber momentos más brillantes que otros, y dependiendo de quién aprecie la obra, esos momentos serán distintos, pero casi siempre hay un punto en el que uno puede decir: “ahora han llegado a lo más alto”.
Para mí suele ser cuando veo que están justo a punto de bajar por el otro lado. Claro, que yo no sé en ese momento que están a punto de bajar por el otro lado. Pero años más tarde me doy cuenta de que habían subido a la cima, que no han podido regresar del todo otra vez, y que justo en ese momento todo fluía de ellos sin dificultad (es una simplificación, lo sé, pero muchas veces pasa así).
Uno de esos momentos, en el caso musical y por supuesto bajo mis gustos, que son personales e intransferibles, lo veo en U2 y su época de transición tras el Pop. En esos años hicieron un puñado de canciones sueltas, normalmente para películas, que demostraban una elegancia, una suavidad y una brillantez que nunca antes habían alcanzado. Ninguna era forzada en ningún aspecto (como en los álbumes posteriores), y rompían límites, miedos y complejos casi sin que se notara, con total naturalidad.
Luego cayeron en un hoyo muy hondo, del que lucharon para salir en cada nuevo álbum, obteniendo canciones demasiado forzadas que sólo rozaban lo que antes era sobrepasado sin dificultad, hasta que con el último (New Line on the Horizon) consiguieron recuperar algo de la frescura perdida. No toda.
He aquí algunas de las canciones de ese momento dulce (no todas tienen vídeo original y prefiero poner la canción de estudio aunque sea con vídeo de aficionado):





