¡He visto los primeros prototipos de Gom Jabbar!

Kull-Wahad! Fabricantes del continente oriental del planeta que produce las máquinas para las Grandes Casas han construido por fin el instrumento definitivo para decidir si eres humano o animal (de bellota). Algunas escuelas de pensamiento post-yihad se han interesado por su aplicación, aunque aún no está correctamente integrado con el dedal-punzón dosificador de veneno, actualmente en estudio de mercado, pero ya se parece a los diseños premonitorios que han circulado por ahí (ver fotograma de la derecha).

He podido ver personalmente algunos ejemplares de exposición en el centro comercial Larios Centro de Málaga. Sí, como lo oyen. Y al pasar junto a él la consciencia del observador siente una conmoción: caminos en el futuro no previstos se agitan en la mente creando nudos dentro de nudos dentro de otros nudos que aún están por ser revelados… Un trozo de conversación se pierde en el aire tembloroso por el campo de inducción nerviosa residual:

[CLIENTA] -¿Sugerís que la Jenny es un animal?
[DEPENDIENTA] -Digamos que sugiero que pueda ser humana…

Sin más, les dejo con sólo dos de los modelos experimentales existentes. Las implicaciones me abruman. Sólo queda murmurar: “El miedo mata la mente. El miedo es la pequeña muerte que lleva a la destrucción final…”


P.D.: Para quien no haya entendido un pimiento de lo que acabo de escribir, que se lea Dune (la primera de la saga de verdad, la de Frank Herbert, y no los mamarrachos de trilogías que sacó su expoliad… digo hijo) o, en su defecto, se vea el Dune de David Lynch.

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