Una recreación minuciosa de la Segunda Guerra Mundial desde el punto de vista cotidiano de los soldados y bajos mandos americanos enviados a Europa (nunca de los estrategas), abarcando desde los entrenamientos previos hasta el fin de la guerra. En particular, de la compañía de infantería paracaidista Easy.
La firma de Spielberg (y Tom Hanks) se nota: el realismo sin reparos de Salvar al Soldado Ryan está aquí igualmente, aunque a menor escala; también cierto toque ingenuo -y algo lacrimógeno al final- en la historia, muy idiosincráticamente americano, por cierto, que la hace a veces superficial; un cuidado en los efectos especiales y en el gasto para la ambientación espectacular…
Los actores muy correctos (aunque es difícil quitarle a David Schwimmer el estigma de Friends). El ritmo de la historia cojea en algunos capítulos de los 10 de que consta la serie, pero nada grave. Está muy bien reflejada la forma que tienen personas normales de enfrentarse a una jerarquía (mucho más caótica de lo que uno espera), a situaciones brutales (cómo terminan banalizándolas por la costumbre pero, en el fondo, acarreando heridas psicológicas), y, lo más importante, el verdadero valor: el de los que están cagados de miedo pero a pesar de eso tiran pa’lante.
Las únicas pegas más o menos importantes son los mencionados toques propios de la cultura americana, que se aderezan con una cierta tendencia a presentar a su ejército como un sistema que termina premiando a los mejores a pesar de tener gente no tan buena dentro.
En resumen: una no genial pero sí estupendamente realizada e interesante serie histórica. Está en producción The Pacific, una mirada paralela a la guerra del Pacífico.






