Revisitando lo que decíamos ayer, pero desde su intención original, he de decir que la forma más habitual en la que se ha tratado el viaje en el tiempo tanto en ciencia como en literatura o cine es la lineal: una coordenada más (aparte de las espaciales) de la materia; es como una línea recta que cruza desde el pasado al futuro en donde se insertaran todos los acontecimientos. Por tanto, si viajas al pasado y lo alteras, se puede alterar, potencialmente, todo el futuro. Y dicen que surgen paradojas y todo (en el caso de David Lynch, la paradoja es el propio David Lynch).
Esta teoría está muy bien para la ciencia porque es muy simple, y muy bien para el cine y la literatura porque da lugar a tramas muy complicadas 🙂
En el fondo, y seguramente por mi ignorancia o burrez, o ambas cosas, no veo dónde están todas esas paradojas que dicen del abuelo (volver al pasado y matar a alguien de tu familia), o de encontrarte contigo mismo, o similares. Ni siquiera veo por qué es una paradoja el asunto de los gemelos uno de los cuales se pilla un colocón… digo viaja en el tiempo hacia el futuro y cuando vuelve se encuentra a su gemelo muerto o más viejo. De verdad que no veo nada paradójico ahí…
En fin, el caso es que si el universo, o el nuestro al menos, sigue una única línea temporal para todas las cosas materiales, la cosa, racionalmente, no es muy compleja.
En ese modelo se puede viajar al presente: de hecho el presente es puntual (ahora; no, no, ahora ya no) y se podría considerar que nunca existe, salvo matemáticamente o si consideramos que el tiempo es cuántico. Pero no me meteré en ese jaleo aquí.
Se puede viajar al futuro: todos lo hacemos a la velocidad de un segundo por segundo. Que nadie piense que es lento, porque… ¿lento comparado con qué? Un colibrí hace muchas cosas en un segundo. En cualquier caso, si alguien se siente insatisfecho con esa velocidad, no tiene más que subirse a un cohete que alcance una porción apreciablemente grande de la velocidad de la luz, darse una vuelta por los espacios y regresar después. ¡Voilà! Todos nosotros tendremos barba y bastón, pero él seguirá como nuevo. El efecto no es baladí: imaginaos una civilización estelar con este tipo de comunicaciones; cambiaría completamente su forma de hacer las cosas porque ¡todo el mundo estaría montado en cohetes sufriendo estos estiramientos/acortamientos del tiempo! Uf. Qué mareo.
También hay otra manera de viajar al futuro (muy bien explicada por un colega aquí): usar un cuerpo masivo. El tiempo lejos de un cuerpo de gran masa transcurre más rápido que para los que están cerca. Por eso si te caes en un agujero negro -con cuidado de no hacerte daño- te verás caer más y más lento… sin detenerte nunca. Creo que era así. O al revés. Bueno, no es importante; el caso es que se puede viajar al futuro con esta técnica, que era el asunto.
La cosa se pone más interesante para todos con lo del viaje al pasado. Dicen que si viajas al pasado puedes cambiar la historia. Bien, de hecho seguro que cambias la historia ¡porque tú no estabas allí a tu edad! La cuestión no es ésa, sino hasta qué punto la cambias. Como la historia es un sistema complejo, cualquier pequeña variación puede causar un futuro absolutamente distinto… o quedarse en nada. Y no creo que sea fácil predecir qué caso se dará (siempre me ha sorprendido por qué todos los Terminators viajan para matar a Sarah Connor y su hijo… ¡También podrían matar al tatarabuelo de Sarah Connor! Y tendrían más fácil matar a alguien en una época en que la gente no tiene pistolas del calibre de las de los años 80 y 90, ni motos con las que huir…).

Aquí es donde se insertan la mayoría de las paradojas. Como aquella simpática escena de Regreso al Futuro en la que las imágenes de una fotografía traída del futuro desaparecen al cambiar algo en ese futuro… ¡Pero si la fotografía no está en ese futuro! ¿Me estás diciendo que las fotografías se borran espontáneamente?
¿Y qué pasaría si yo viajo al pasado y me encuentro a mi abuelo? Pues que seguramente no me conocería de nada. ¿Y si soy un malvado asesino y lo mato? Pues nada, que yo seguiría estando allí, que es donde estoy, y no en el futuro (a no ser que hubiera viajado un clon), y podría por tanto volver al futuro y seguir habiendo un yo en ese futuro en el que no debería haber ya un yo (por haber matado a mi abuelo). Lo difícil sería explicar mi aparición espontánea de la nada, pero no mi existencia allí.
¿Y qué pasaría si viajo al pasado de hace un mes y me aviso de que el número de lotería de esta semana ha sido el ….? Pues nada, que ese yo del pasado se haría rico (y cambiaría el futuro subsiguiente). Y yo podría o bien quedarme allí con él (nada de explosiones debidas a la supuesta paradoja, por favor), con lo que volveríamos a la velocidad de 1 segundo por segundo al presente del que partí, pero esta vez los dos juntos (y yo más viejo que él), o bien irme a otro lado. Eso sí, si regresara al futuro tendría que convencerle de que me diera parte de los beneficios, y no estoy seguro de que me hiciera caso.
Quizás el problema estaría en que, en esta última situación, mi yo del pasado sabría que yo le visité del futuro, o sea, usé cierta máquina para eso, y sabiendo eso lo mismo no tomaría las mismas decisiones que yo tomé. Podría, por ejemplo, viajar al pasado, como yo hice la primera vez, con lo que, como Lem muy bien escribió, comenzaría a haber superpoblación de yoes en ese pasado; pero también podría decidir no hacerlo, y simplemente comprar el boleto. Yo no estaría allí.
Pero estaría en otro lado. Y como la línea temporal sería única, podría volver en cualquier momento a hacerle una visita.
No sé. Cuando se piensa un poco, las paradojas que parece haber en este tema desaparecen y simplemente es todo un poco más lioso. Mi yo de ahora es un yo distinto de mi yo de hace dos minutos, así que… ¿qué problema hay en que nos encontremos porque uno de los dos viaje en el tiempo? Sería como conocer a alguien con quien te llevas muy bien… o a quien no soportas 🙂

P.D.: En todo caso sí habría que tener cuidado con la conservación de la energía: no puedo desaparecer del presente así por las buenas sin inyectar una energía equivalente a mi masa en el universo del instante en el que estaba… Mmm… Eso sí que da juego 😀





