La industria editorial: de cabeza al agujero

Mira que la mayoría de editoriales están tan paralizadas que ni se atreven todavía a tomar una decisión arriesgada (y por tanto innovadora) para reconvertir el negocio, a pesar de que el tiempo corre en su contra y de que ya tienen la experiencia (mala) de las industrias musicales y audiovisuales que se encontraron de repente con el bofetón; pero las pocas decisiones que caen, con cuentagotas, van precisamente en la dirección errónea.

En resumen: gobernantes con un retraso mental en tecnología que parecen recién salidos del siglo trece, libros electrónicos (me refiero a los propios libros, no al cacharrito para leerlos) con protección anticopia en lugar de formatos libres y estándares, cobrar por esas copias, pagar canon a los propietarios de ¡los sistemas de seguridad anticopia!…

En fin, ustedes mismos. Se están jugando sus propios negocios, así que ya sabrán. Y si no, adieu.

Aquí dos artículos al respecto, del siempre interesante Blog del Futuro del Libro, mucho más detallados que lo que yo digo (e igualmente interesantes sus comentarios respectivos):


Sobre los nuevos modelos de negocio

Sobre las actuaciones institucionales al respecto

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