Hay gentes fanáticas (en el peor caso) u obsesionadas (en el mejor) con una idea, una acción, un objetivo, etc. No destacan en ello, sólo destacan por su obsesión. Pero por esa misma obsesión, creen realmente que son los que deben o merecen realizar esa tarea, incluso que son mentes privilegiadas para ella. Esa obsesión es parte importante en su vida.
En cuanto tienen oportunidad de dedicarse a ello, lo cual sucede tarde o temprano, e incluso muchos lo preparan con cuidadosas estrategias, lo hacen.
Entonces suelen empezar los problemas.
Tratan de abarcar la propiedad o liderazgo sobre el tema. Se disfrazan algunas veces como “los únicos que se preocupan porque eso se realice bien, ya que nadie lo hace”, tratando de dar una imagen altruista al exterior, pero en realidad buscan poder y control sobre los demás, aun en parcelas pequeñas. Quizás por inseguridad. La cúspide a la que escalan es normalmente muy bajita, pero también muy importante para ellos. Tratan por todos los medios de ser los únicos, o al menos los dominantes claros, en ella. Algunos se aprovechan del trabajo de otros para conseguirlo.
Cuando llegan a cierta etapa comienzan a no dejar que los demás suban hasta el mismo lugar, ocultan información para situarse con ventaja, actúan para que se note bien claramente que son los de allí arriba, puede que desprecien a los demás, comienzan a tratar de controlarlos a través de la relación (normalmente de necesidad) que los demás tienen con el tema que ellos, y sólo ellos, están demostrando que dominan, aunque puede que sólo lo dominen por posición y oportunidad, no técnicamente.
Tarde o temprano las cosas se tuercen, porque no suelen ser personas muy sociables (ésa es la diferencia con los verdaderos líderes), y comienzan a exigir a los que usan eso que ellos se han preocupado tanto de montar algo parecido a la pleitesía. Eso que han montado, a pesar de involucrar a otras personas que lo usan (porque si no no lo montarían), se comienza a convertir en su propiedad exclusiva. Exigen obediencia a las normas de uso que ellos mismos, unilateralmente, han establecido; sometimiento a la forma de usarlo que definieron sin consultar a nadie. Durante un tiempo consiguen sus objetivos: la gente se somete, pero no porque ellos sean muy buenos en lo suyo, sino porque a esas alturas son los únicos que lo hacen y sería mucho más costoso, si no imposible, sustituirlos. Además, la gente se acaba encontrando cómoda sin tener que preocuparse de resolver esos temas.
Otras veces comienzan a chocar con el resto y a tener verdaderos problemas de relación.
Porque no sólo exigen a los demás el tipo de sometimiento que describo. También suelen echarle la culpa a los demás cuando su sistema (o pequeño mundo personal) no funciona, no suelen reconocer errores, cargan responsabilidades propias en otros.
No son malvados. Sí suelen ser egoístas. No tienen por qué querer el mal de otros, aunque sí su propia superioridad siquiera en algo. Suele venir de un complejo de inferioridad. No tienen por qué llegar a los límites últimos que describo, de dominación y control. Sí pueden ser útiles, porque quieras que no, están empecinados en desarrollar un trabajo que quizás nadie más quiera hacer, todo hay que decirlo. No tienen por qué desear jefaturas absolutas. Sí suelen desear control sobre los demás a cierto nivel. Suelen tener afán de figurar, aunque normalmente sólo en el tema de su obsesión. Suelen ser mediocres en general. Suelen tener, sin embargo, ciertas habilidades que otros no tienen.
¿Qué nombre poner a todo esto? De verdad que no encuentro nada bueno, mucho menos ingenioso.
¿Quizás ser humano?
P.D.: Me está gustando Life On Mars y lo mismo es que trato de explicar todo este mundo que me rodea, que a veces parece tan absurdo, igual que su protagonista…





