Parte de la verdad de ser maestro

[…] No hay más maestro que el enemigo. Nadie más que el enemigo te dirá lo que va a hacer el enemigo. […] Sólo el enemigo te enseña tus puntos débiles. Sólo el enemigo te enseña tus puntos fuertes. Y las únicas reglas del juego son qué puedes hacer y qué puedes impedir que él te haga. A partir de ahora soy tu enemigo. A partir de ahora soy tu maestro.
El Juego de Ender, Orson Scott Card (1977)
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