El título del post no va por mí. Una de las satisfacciones más grandes que tiene esta profesión es ver de primera mano cómo tu trabajo influye en otras personas, en particular haciéndolas aprender cosas que no conocían: maneras de trabajar, formas de evolucionar y de resolver problemas, de enfrentarse a situaciones nuevas… aparte de los conocimientos técnicos que puedas proporcionar, claro.
No voy a ocultar que no siempre se ve esto. Unas veces porque los alumnos no están por la labor, y otras por fallos nuestros (en algún momento, lamentablemente, tenemos que aprender cómo hacer las cosas, y eso lo sufrirá alguien…).
Pero hoy ha sido uno de los días especiales. Uno de nuestros estudiantes ha leído su proyecto fin de carrera y hemos acabado sus directores, la familia, el tribunal (el proyectante no que bastante tenía con el sofocón y los nervios…) más orgullosos que la Pantoja en la boda de Paquirrín 🙂
Es una alegría inmensa ver a gente responsable, que se toma las cosas en serio, evolucionar como personas y conseguir metas con al menos algo de tu ayuda.
A pesar de todos los pesares que tiene esta profesión, esto en particular no tiene precio.
Para todo lo demás, Mastercard ;P





