- Tranquilos, que no cunda el pánico: de aquí a 30 ó 40 años, la implantación práctica de los nuevos planes de estudio boloñeses (por no decir la de convalidaciones y equivalencias varias) está completamente terminada. O casi.
- Todo es por el bien de los alumnos. Ni qué decir tiene que quien crea que Bolonia se está usando en este idílico país para sacarle los cuartos a los susodichos, enseñándoles -y exigiéndoles- la mitad que antes, está equivocado, es de extrema derecha y le huele el aliento.
- Insisto en mi intención de promocionarme a la tan deseada posición de frutero de barrio, que es para lo único que reconozco estar dotado -lo he deducido por descarte, fíjense, ni siquiera para averiguarlo directamente doy de mí-. La de becario de investigación funcionario también me atraía, pero como muestra de mi ineptitud, seguro que la ANECA no consideraría equilibrado que haya desperdiciado casi veinte publicaciones indexadas en conseguir dos míseros sexenios.
- Las mujeres y los niños primero.
- Pero ¿pueden hacerme un sitito en la barcaza?





