Aún quedan unos meses para que Equipo Sirius edite mi próxima novela (tras el verano), pero dado que Jorge Ruiz ha puesto ya en su blog la portada que he pergeñado para la susodicha, junto con unas palabras sobre qué hago yo en esto del escribir, he aquí un detalle de la primera y el comienzo de la segunda (puede verse todo entero aquí).
Francamente, si escribir tuviera algún motivo racional, estaríamos viviendo en Vulcano y separando los dedos de las manos constantemente. Yo escribo porque me gusta. Ahora, claro. En su momento, cuando empecé, me lancé a escribir por el irrefrenable impulso que tenemos los simios de imitarnos unos a otros. Es decir: leía mucho. Llevaba leyendo desde que una cosa cuadrada que se separaba en hojas cayó en mis manos, momento que no situaré ya en el tiempo porque siempre negaré que yo pudiera vivir una década tan cursi y hortera como la de los setenta, y como leía mucho, podía explicarles a mis amiguitos que “Walt Disney” se escribía con uve doble y no con ge, lo que me hacía sentirme superior (más tarde se encargaron de tirarme balones de fútbol a la cara para bajarme los humos).
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