La acepto si la pandilla de los ineptos de uno y otro signo que andan por el Congreso y el Senado y por las instituciones de comunidad autónoma y otros organismos públicos, sin gobernar, sin hacer una oposición decente, no aportando nada desde hace años salvo demagogia y palabras (cuando aciertan a poner juntas más de tres en menos de media hora), se largan ahora mismo, en bloque, del país, y dejan de consumir nuestros recursos. El cráter del volcán de Islandia de nombre orco sería un destino más o menos adecuado.
Los sindicalistas que han estado bien calladitos hasta la fecha mientras el paro crecía y crecía y no se tomaba ninguna medida eficaz para detenerlo, es decir, que han hecho dejación de sus funciones al igual que los que se sientan aludidos por el párrafo anterior, también entran en esta categoría de personal deportable.
En resumen: si por mí fuera, en cuanto aprobaran estas medidas orientadas a solventar su propia ineptitud como gestores quedarían todos ustedes automáticamente despedidos. Las medidas seguirían sin ser justas (¿dónde están los millones que se han quedado los bancos sin soltar un euro luego? ¿y esa manada de lobos que había que cazar? ¿y la refundación de los mercados? ¿y ese giro espectacular que había que dar hacia la innovación y el desarrollo para al menos cubrir sus propios errores y los de sus predecesores en cuestión de modelo económico?). Pero al menos yo, y creo que unos cuantos más, nos sentiríamos más calmados.
P.D.: Otro día aporto algo sobre la reducción “proporcional” de sueldos, en particular lo muchísimo que va a afectar a los que primero deberían asumir la responsabilidad de la situación económica actual del país porque es su trabajo, la hayan provocado ellos en mayor o menor medida.






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