Han tardado más que la FNAC, pero estas navidades desembarcaron finalmente. Es como la cuarta parte de la de Gran Vía de Madrid, pero para lo que es está razonablemente bien. Lo que yo sigo sin entender es el modelo de negocio…
A dos minutos “p’arriba” tenemos la librería Proteo, especializada en todo lo especializable. Junto a ésta, Prometeo de ocasión. A dos minutos “p’abajo” tenemos la librería Luces, con una planta especializada (mucho menor que Proteo, claro) y con una planta general que está siempre llena de gente. A diez minutos “p’al lado” tenemos la FNAC, que es bastante de plástico (no tiene mucho, ni especializado ni no especializado), y a dos segundos de la FNAC está el Corte Inglés, que bueno, es el Corte Inglés, pero no está nada mal.

¿De qué irán a vivir los de la Casa del Libro? Supongo que del hecho de haberse puesto en una calle de comercios por donde debe de pasar medio Málaga cada día, pero estando rodeada por todos lados menos por el de la Catedral, que allí todavía no les ha dado por poner libros… que me lo expliquen.
Ah, y otra cosa que me extravagancia (sí, me acabo de inventar el verbo: como en este país la libertad de expresión significa, como casi todo, que cada cual haga lo que le dé la gana, al que me diga algo le acuso de coartarme y de mobbing y de la muerte de Manolete): el tremendo éxito que está teniendo la tienda Mapas y Compañía (en la calle Compañía, jé). Una tienda de mapas, libros de viaje -bueno, y alguno de historia-, globos terráqueos, y cosas aledañas que esta absolutamente llena día tras día… Son extremadamente simpáticos en el trato con el cliente, lo mismo es eso…





