El otro día tuve conocimiento de una iniciativa surgida en este blog para que otros muchos blogs publicaran hoy miércoles día 7 de Octubre sus razones para pedir que no se recorte el presupuesto del Ministerio de Ciencia e Innovación que ha anunciado el gobierno español, de en torno a un 15%.
Lo primero que tengo que decir es que pienso publicar una entrada (ésta) sobre ese recorte, concretamente por lo que afecta a la investigación, que es de lo que puedo hablar un poco. Por eso copio aquí el logo que han preparado en el blog mencionado y del que dicen haber comprado todos los derechos:

Una vez puesto el logo diré, por si alguna de las dos almas caritativas que suelen leer aún este blog no lo ha notado, que suelo ir bastante a mi bola (así me va), que no quiero seguir ninguna consigna, y que ése es el motivo por el que no he ido raudo a apuntarme a la lista de los blogs que iban a secundar esta iniciativa (con lo que las visitas de éste seguramente no se verán aumentadas, lástima). La máxima de Groucho “no querría pertenecer a ningún club que me admitiera como miembro” es uno de mis leit motivs, aunque aún no lo haya conseguido mantener de continuo.
En fin, al lío. Me parece una burrada, por lo que explicaré después, reducir el presupuesto que va a ser destinado a investigación fundamental, que hoy en día en España viene realizándose principalmente en Universidades y más minoritariamente en otros ámbitos. No entraré sin embargo en si es malo reducir el que va a ser destinado a lo que eufemísticamente llaman “investigación industrial” y que en realidad quiere decir ingeniería (o sea, patentes), en primer lugar porque no la considero mi labor en mi puesto actual (por más que me lo puntúen en el currículum yo no tenía intención de hacerme doctor para hacer luego de ingeniero, a no ser por diversión o docencia) y en segundo lugar porque el asunto de las patentes no lo tengo nada claro. Cómo afectan a la economía, me refiero. No digo que estén bien ni mal, sólo que ahora mismo no tengo ni idea.
Me enfocaré por tanto en la investigación fundamental, de la que sí puedo tener las ideas algo más claras. Ese tipo de investigación no tiene cabida en la economía de mercado libre. ¿Qué empresa se va a arriesgar a hacer investigación fundamental -ojo con confundirla con la I+D empresarial, de nuevo las patentes- si la investigación fundamental, para empezar y casi para terminar, puede no llevar a ningún producto? Repito aquí la cita atribuida a Einstein y mi humilde añadido, que ya colgué en un post anterior:
Si supiéramos lo que estamos haciendo, ¿cree usted que lo llamaríamos investigación?
Atribuido a A. EinsteinSi supiéramos cuándo un proyecto de investigación va a dar algún resultado bueno, ¿no cree usted que todo el mundo propondría proyectos de investigación maravillosamente productivos -y se acabarían las reservas de premios Nobel-?Yo (nótese el mucho menor tamaño de letra)
Por lo tanto, si el Gobierno de un país no invierte en investigación fundamental, no habrá investigación fundamental en ese país. Compraremos los libros de fuera para enterarnos. Por eso es una burrada recortar ese gasto en un país que es perfectamente capaz de arrimar su hombro a la investigación fundamental mundial, o sea, de descubrir nuevas cosas sobre la realidad que quizás no se le ocurran a otros.
Pero a pesar de considerarlo una burrada, y de aquí viene mi anterior mención a Groucho, he de decir que la cosa de la investigación fundamental no depende sólo de la inversión. Es malo que reduzcan esa inversión, pero ¿hablamos mejor de cómo la emplean, de cómo la llevan empleando desde los tiempos en que no se había reducido? Quiero decir: ¿Hablamos de que un joven que comience una carrera de investigación en una Universidad tiene hoy en día una probabilidad cercana a cero de seguir dedicándose a eso una vez doctorado, es decir, una vez terminado su aprendizaje? ¿Hablamos de que habría que reformar en profundidad la educación primaria y secundaria -y de paso la actitud de la sociedad entera- para fomentar el esfuerzo, el estudio y el gusto por la ciencia, cosas prácticamente desaparecidas de este país, para así tener jóvenes investigadores preparados al máximo de sus posibilidades? ¿Hablamos de la carga de trabajo que tenemos los profesores universitarios doctores, que nos hace prácticamente imposible hacer la investigación nosotros y por tanto ésta depende de esos jóvenes que tienen un futuro como investigadores, en el mejor caso árido como el nuestro propio, y en el peor inexistente (el otro día se me partió el alma escuchando a un gran investigador a punto de leer su tesis -muy joven- afirmar con rotundidad que en cuanto entrara en la carrera docente ya sabía que no iba a poder investigar más)? ¿Hablamos de la absurdez de repartirnos el tiempo a los que ya somos plantilla entre investigación, docencia y gestión, como si la investigación dejara sitio para nada más? ¿Para qué existe la posibilidad de empezar una carrera investigadora en la Universidad si el único trabajo que vas a tener consistirá en ser profesor y gestor -gestor de diversas cosas, incluyendo proyectos de investigación, pero gestor al fin y al cabo, no investigador-? No me hice doctor para hacer sólo de ingeniero, pero mucho menos me metí para ser directivo o gestor de eventos, a lo que mis necesidades curriculares también me obligan.
Sigo.
¿Hablamos de todo el papeleo y burocracia, muchas veces absurdos e ineficientes cuando no directamente dañinos, que tenemos que hacer los que llevamos proyectos de investigación -y yo soy un novato en esto- y que a veces nos impiden dedicarnos a otra cosa que no sea gestionarlos y/o solucionarlos? ¿Hablamos de cómo a un contratado en un proyecto de investigación -titulado superior- no se le dan facilidades para realizar su doctorado -no vaya a ser que use su contrato para investigar, claro-, como sí se le dan a un becario por ser becario? ¿Hablamos por el otro lado de cómo a un becario se le trata como un simple aprendiz de trabajador en lugar de como un contratado titulado superior, haciéndole malgastar en ocasiones cuatro años de su vida porque luego no puede aprovechar toda la experiencia adquirida en la empresa privada de este país, empresa privada que no suele valorar precisamente el ser doctor, si ese titulado tiene la mala -pero cada vez más abundante- suerte de tener que irse tras su beca porque no hay sitio para más profesores en una Universidad hiperinflada desde hace décadas? ¿Hablamos de la meritocracia consistente en tener más puntos por hacer una estancia externa, la hagas mal o la hagas bien, por poner sólo un ejemplo de la meritocracia que hoy tenemos? ¿Hablamos de por qué los jóvenes investigadores tienen que superar un nivel de exigencia en esa meritocracia así como dos o tres veces más alto que el que tuvimos que pasar los de mi quinta, etc. etc.?
¿Es por tanto el recorte presupuestario, aún siendo una burrada, el problema del que hay realmente que quejarse, el meollo de la cuestión?
Sí, estoy en profundo desacuerdo con el recorte de gastos en investigación fundamental: porque el Gobierno está haciendo dejación de sus funciones (nadie más puede garantizar esa inversión). Estaría aún más de acuerdo en que, se recorte o no, se transformara toda la estructura enrevesada, ineficiente y absurda (kafkiana tantas veces) de esta sociedad sobre la que dicen que existe una carrera investigadora, lo cual es simplemente mentira en la Universidad: hay una carrera hacia puestos de profesorado, pero no investigadora. Los investigadores actúan como tales mientras son jóvenes y se dedican a sus tesis, impidiéndoseles seguir haciendo lo mismo después. ¿Nadie ve que ese sistema termina agotándose y taponándose? ¿Dónde habrá hueco para el siguiente investigador joven mientras no haya una jubilación previa de un profesor mayor?
No sé si se nota, pero no tengo esperanza alguna de que nada de esto cambie. Desde mi perspectiva personal, de hecho, qué más da que recorten presupuesto o no (mientras al menos tengan la decencia de seguir pagándoles sus contratos y becas a los que ya están contratados y becados, qué menos). Este país no cambiará de modelo productivo comenzando a generar verdadero conocimiento por el simple motivo de que los políticos que tenemos desde hace décadas (iba a decir siglos) son incapaces o no quieren hacer eso: no da votos (habría que ver por qué eso no da votos, que es el meollo del meollo de la cuestión). Sólo son máquinas de propaganda a quienes les votamos cada cuatro años o bien porque somos de tal color o bien por aquello de dar una vuelta por el colegio ése que no conocemos, a ver cómo sería para nuestros niños, si mejor o peor que el otro del barrio.
No, esas reformas estructurales que hacen falta no van a producirse en este país a menos que cambien extremadamente las cosas. Y no me llaméis pesimista: llevo viviendo en él casi cuatro décadas, que en la época de la historia humana que nos ha tocado es mucha evolución social acelerada, bien vista y un poco, quizás, entendida.





