Los telediarios están hartos de fomentar y considerar como buenas, modernas y simpáticas las noticias de cuando los niños son enviados a campamentos o similares para que sus padres puedan continuar su jornada laboral o disfrutar de unas vacaciones sin niños, y de cómo los susodichos padres anhelan y agradecen ese “respiro”.
Yo me pregunto para qué tienes niños si sabes (deberías, que ser padre es una responsabilidad muy gorda) que criar un niño te va a llevar un tiempo que no tienes y si no estás dispuesto a dejar de trabajar para tenerlo por el perjuicio económico que te va a suponer. Es decir, para qué tienes niños si no lo vas a criar tan bien como deberías. Podrías no tenerlos, no pasa nada.
Pero yo soy simplón, un radical y por tanto muchas veces me equivoco, así que seguramente es una verdadera burrada mi impresión de que esos padres que salen en la tele tan contentos de que les quiten de enmedio a sus hijos un rato -y diciéndolo tan tranquilos ante millones de espectadores- están reconociendo explícitamente que les estorban sus hijos y/o que los llegaron a tener simplemente porque tocaba tenerlos -por presión social, por edad, por gusto- en lugar de pensarse bien qué lleva consigo tener y criar un niño.
Pero es que yo soy así de burro. Y además no he tenido el mejor de los días. Si peores bestialidades he leído yo en otros blogs, por qué no poner aquí las mías.





