(Esta castaña de entrada se la dedico a Joshua, el hombre mecatrónico, preludio de la humanidad futura que nos sucederá en eones venideros)
Para mantener a punto su lumbosacra plastiacérica y servocontrolada, nada mejor que el modelo de banco “brokenback”, que cuidará de su espalda robótica con sus inserciones especialmente diseñadas para encajar entre ellas las vértebras dorsales tercera, cuarta y quinta. Campo magnético adicional en el interior de los tres tubos sólidos del respaldo para que usted se adhiera al banco en posición rígida de recarga de batería (la mejor para su salud) sea cual sea la intensidad de campo magnético remanente en su circuitería positrónica.
¡Y no tendrá que soportar la compañía de molestos humanos, que huirán de la morfología de este banco como almas -nunca mejor dicho- que lleva el diablo!







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