De verdad que, en semanas empetadas como ésta, hay veces que abres una revista para echar un ratillo objetivamente neutro (que no te recuerde que el mundo apesta) y te quedas casi peor…
En un artículo sobre las previsiones de crecimiento en el futuro cercano de diversos indicadores económicos/sociales, publicado este mes en Investigación y Ciencia, me encuentro una gráfica de unos estudios que se hicieron hace tiempo pero que hasta ahora han sido sorprendentemente precisos de los que deduzco que a la edad en que debería jubilarme pero que todavía estaré currando esperando morirme en el despacho (tal y como van las cuentas públicas) casi mejor que haya aprendido ya a montar un huerto autosuficiente en la terraza (llevando mascarilla antipolución):

Menos mal que también creo que la sociedad es un sistema complejo que exhibe comportamientos emergentes y cuyo espacio de estados se mueve en la región entre el caos y el orden (vaya: que un día de éstos una polilla estornuda y dentro de 25 años tenemos aún pensiones para jubilarse a los 65).





